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Es Dios indiferente o insensible?
Muchos creen que si.Piensan que si él se preocupara por nosotros, las cosas serían muy diferentes. Vivimos en un mundo plagado de guerras, odio y dolor. Todos nos enfermamos, sufrimos y perdemos a seres queridos. Por eso hay quienes dicen: "si le importamos a Dios, ¿no nos librería de todos estos problemas? ".
Y lo peor, muchos maestros religiosos hacen pensar a la gente que Dios es insensible. Por ejemplo, cuando ocurre una tragedia, dicen que fue la voluntad de Dios.En la práctica, es como si afirmaran que Dios tiene la culpa de las desgracias. Pero ¿es eso verdad? ¿qué enseña realmente la Biblia? Santiago 1:13 reponde: "Al estar bajo prueba, que nadie diga:Dios me somete a prueba. Porque con cosas malas Dios no puede ser sometido a prueba, ni somete a prueba él mismo a nadie". Por lo tanto, Dios nunca es el causante de la malda que vemos en el mundo. (Job 34:10-12). Es cierto que permite que ocurran cosas malas, pero hay una gran diferencia entre permitir que algo suceda y causarlo.
Piense, por ejmplo, en un padre sabio y amaroso que tiene bajo su techo a un hijo ya adulto. Cuando este se hace rebelde y decide irse de casa, 3el padre no lo detiene. El hijo toma el mal camino y se mete en dificultades. ¿Diría usted que el padre es el causante de los problemas de su hijo? Claro que no. (Lucas 15:11-13) De igual manera, Dios no ha impedido que los seres humanos tomen un mal camino, pero eso no significa que él sea el causante de las desgracias que ellos mismos se han buscado. No cabe duda de que sería injusto culpar a Dios de todos los males que sufre la humanidad.
Dios tiene buenas razones para permitir que la humanidad siga un mal camino. Puesto que él es nuestro sabio y poderoso creador, no está obligado a darnos explicaciones Sin embargo nos las da por amor. .
Además, Dios es santo (Isaías 6:3). Eso significa que es puro y limpio, que no tiene ninguna maldad. Por este motivo podemos confiar por completo en él, algo que no puede decirse de los seres humanos, que en ocasiones se vuelven corruptos. Ni siquiera el más honrado de los gobernantes tiene el poder de reparar el daño que provocan las personas malvadas. Pero Dios es todopoderoso. Él puede eliminar todo el sufrimiento que la maldad ha causado, y así lo va a hacer. Cuando intervenga, lo hará de tal manera que acabe para siempre con el mal (Salmo 37:9-11).
Fuente: https://www.jw.org
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